jueves, 21 de noviembre de 2019

EL VIENTO Y EL EFECTO PANTALLA

JUANJO OLIVAS











La Aemet tiene previsto activar este viernes,  22 de noviembre, el aviso amarillo por viento en la capital, montes y la sierra de Cazorla, Segura y Las Villas.


¡Ojo, paisanos y paisanas, si utilizas el coche estos días de viento!

El viento es un riesgo añadido a la circulación. El no tenerlo presente nos puede costar un disgusto. A este riesgo se le conoce como efecto pantalla.

Sin duda, el hecho de que sople viento ya es, de por sí, un peligro en carretera, fundamentalmente  si conduces una moto,  pero  especialmente se agrava, sea conduciendo una moto o un coche, cuando el viento llega de repente y de forma inesperada como ocurre a la salida de un túnel o al adelantar a un vehículo muy voluminoso, camión o autocar.





Situaciones como estas son las que provocan eso que llamamos efecto pantalla que no es otra cosa que una  interrupción temporal del viento que sopla.  Cuando se produce este efecto, el conductor sentirá cómo su vehículo se desplaza violentamente de forma lateral debido al empujón que produce el viento, pudiendo ser muy peligroso si está desprevenido y, por ejemplo, llega a terminar invadiendo un carril distinto (tanto en sentido contrario como en el propio) o saliéndose de la vía.


Como medida preventiva debemos anticiparnos y estar preparados.

Cuando salgamos de túneles o zonas resguardadas en las que de repente pueda soplar viento o al adelantar a un vehículo voluminoso, camión o autocar conviene estar atento y esperar este “empujón” con las manos bien fuertes en el volante para corregir la dirección y evitar que el vehículo se desplace de la trayectoria segura.





Es una acción simple y sencilla pero suficientemente eficaz para evitar un accidente.









sábado, 2 de noviembre de 2019

FELIX VILLALBA GARRIDO


EL PRIMER CONDUCTOR DE NUESTRO PUEBLO, PUENTE DE GÉNAVE, Y EL 821 DE LA PROVINCIA DE JAÉN

El constante aumento de automóviles a partir de 1900 exige la aparición de un nuevo reglamento, más acorde con los nuevos tiempos.  Y ese reglamento llegó Se hizo efectivo mediante el Real Decreto del Ministerio de Fomento de 23 de julio de 1918, firmado en San Sebastián por el Rey Alfonso XIII a propuesta del ministro catalán Francesc Cambó. Al amparo de este nuevo reglamento obtuvo el permiso de conducir el puenteño Félix Villalba.

Corría el mes de abril de 1923, cuando nuestro convecino Félix Villalba Garrido, a la sazón con 30 años y casado, decide  hacerse chofer. Hasta entonces su profesión fue la de albañil, como la de su padre.

No tengo conocimiento de quién le enseñó a conducir, ni cuándo ni cómo aprendió. Pero sí sé que por los documentos que constan en el Archivo Histórico Provincial de Jaén que con fecha 24 de abril de 1923 se abre un expediente en “Obras Públicas De Jaén” con una instancia, a nombre de Félix Villaba Garrido, vecino de Puente de Génave, solicitando el permiso para conducir automóviles con motor mecánico de la 3ª  categoría.




Eran considerados vehículos de la tercera categoría, según el reglamento de 1918, los automóviles y, en general, los vehículos de tres o más ruedas, con pesos y cilindrajes superiores respectivamente, a 500 kilogramos y 1.100 centímetros cúbicos.

El primer paso que tuvo que dar Félix para obtener el permiso fue dirigir una instancia al Gobernador Civil de Jaén.



Félix, además de sus datos personales, hacía constar en sus instancia: Que considerándome con aptitud para conducir vehículos con motor de la 3ª categoría (…) se sirva, previos los trámites oportunos, expedirme el permiso correspondiente para poder conducir por las vías públicas…

La instancia entra en el Registro del Gobierno Civil el dia 24 de abril de 1923. Al día siguiente se ordena, mediante oficio, al ingeniero industrial D. Ángel Méndez Orbegozo que proceda al examen de aptitud del peticionario. El 27 de abril el ingeniero cumplimenta el servicio. Y con la misma fecha envía acta certificando que ha procedido a examinar a D. Félix Villalba y que en las pruebas practicadas ha demostrado aptitud suficiente.

Traducido al lenguaje del pueblo: Félix había aprobado el examen de conducir; era el primer puenteño que lo conseguía.


Con fecha 8 de mayo de 1923, el Gobernador Civil de Jaén expide el permiso de conducir a D. Félix Villalba Garrido con el nº 831



Félix, junto con la instancia, presentó los documentos exigidos:

-     Dos fotografías del tamaño de  0.045 por 0.045.
-     Certificado médico de no padecer enfermedad de la vista u oído, ni otras dolencias que le incapaciten para la conducción del vehículo; firmado y escrito de su puño y letra en papel de 2 pesetas y con el sello del Colegio de Huérfanos de María Cristina por D. Ramón Ruiz Frías, que fue médico titular de Puente de Génave desde que ganó la plaza convocada por el Ayuntamiento de la Puerta de Segura en 1918 hasta su jubilación.
-     Certificado de buena conducta en papel de 2 pesetas firmado por D. Adriano Marín Rodríguez, alcalde a la sazón, de la Puerta de Segura.
-     Certificado del acta de nacimiento del Registro civil, en papel de peseta.

A partir de aquí Félix Villalba Garrido, de 32 años, figurará como chofer. Era una profesión nueva y rara. Su primer coche, un Ford T de 1915  con matricula J-4640; lo compró en autosport de Villanueva del Arzobispo. Lo dedicó al servicio público (Taxis). Tuvo otro Ford comprado en Albacete con matricula AB-3195 que le entregaron un 20 de septiembre y lo estrenó haciendo viajes a la feria de la Puerta de Segura. Ya se ganaba la vida ejerciendo su nueva profesión, la de chofer. Hasta entonces fue albañil, oficio que aprendió de su padre. 




POR LOS MONTES DE LA SIERRA DE SEGURA