No crean los
que me conocen que se me ha ido la olla. Yo no quiero ser bombero, entre otras
cosas, porque ya no tengo edad para ejercer la profesión en esta vida y… en la
otra no creo que haya muchos fuegos que apagar. El que quiere ser bombero es Ángel,
un niño de 7 años de edad que vive en Palma y que padece una enfermedad rara
que se la conoce por el acrónimo AME (Atrofia Muscular Espinal).
Hace unos
días, leyendo un artículo publicado en el diario mallorquín “Ultima hora”,
titulado “Yo quiero ser bombero”, me
emocioné y no pude evitar que un par de lagrimas recorrieran mi rostro. Y hoy he querido hacerme eco de la carta de Ángel
Ángel, este niño de
siete años, este pequeño y anónimo héroe que tiene que hacer grandes esfuerzos
para llevar una vida propia de su edad se ha dirigido, mediante una emotiva
carta, a los bomberos de Palma para agradecerles la ayuda que le han prestado durante unos días.