No crean los
que me conocen que se me ha ido la olla. Yo no quiero ser bombero, entre otras
cosas, porque ya no tengo edad para ejercer la profesión en esta vida y… en la
otra no creo que haya muchos fuegos que apagar. El que quiere ser bombero es Ángel,
un niño de 7 años de edad que vive en Palma y que padece una enfermedad rara
que se la conoce por el acrónimo AME (Atrofia Muscular Espinal).
Hace unos
días, leyendo un artículo publicado en el diario mallorquín “Ultima hora”,
titulado “Yo quiero ser bombero”, me
emocioné y no pude evitar que un par de lagrimas recorrieran mi rostro. Y hoy he querido hacerme eco de la carta de Ángel
La Atrofia Muscular Espinal
(AME)
es una enfermedad neuromuscular, de carácter genético, que se manifiesta por
una pérdida progresiva de la fuerza muscular. Esto ocurre debido a la afectación
de las neuronas motoras de la médula espinal, que hace que el impulso nervioso
no se pueda transmitir correctamente a los músculos y que éstos se atrofien.
Para más inri, la enfermedad de Ángel, según ha contado su padre a los autores del emotivo artículo,
está asociada a un gen diferente al típico AME común y para el que no existe un
tratamiento, ni investigación, ni ensayos clínicos.
Ángel, este niño de
siete años, este pequeño y anónimo héroe que tiene que hacer grandes esfuerzos
para llevar una vida propia de su edad se ha dirigido, mediante una emotiva
carta, a los bomberos de Palma para agradecerles la ayuda que le han prestado durante unos días.
Hoy os contaré algo- así empieza su carta. Siempre os he dicho que quiero ser futbolista
de mayor, pues ahora también quiero ser bombero para ayudar a las personas como
lo han hecho conmigo en esta ocasión. Vivo en un quinto piso y el ascensor ha
estado en reparación durante dos semanas. Pues bien, subir hasta un quinto me
resulta imposible por el cansancio que me ocasiona y por la imposibilidad
de doblar las rodillas con los aparatos…Estoy
tremendamente agradecidos porque han estado viniendo mañana, tarde y noche para
que pueda ir al colegio, a mis fisios y a todas mis actividades con normalidad.
Han sido muy agradables con nosotros y desde entonces no dejo de pensar en
ellos y en el trabajo tan bonito que
hacen. Gracias bomberos de Palma por vuestra generosa ayuda. No sé lo que
hubiéramos hecho sin vosotros.
De bien nacidos es ser agradecidos. Este pequeño y a la vez
gran héroe debe de serlo, no me cabe la menor duda.
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