miércoles, 26 de febrero de 2020

"YO QUIERO SER BOMBERO”


No crean los que me conocen que se me ha ido la olla. Yo no quiero ser bombero, entre otras cosas, porque ya no tengo edad para ejercer la profesión en esta vida y… en la otra no creo que haya muchos fuegos que apagar. El que quiere ser bombero es Ángel, un niño de 7 años de edad que vive en Palma y que padece una enfermedad rara que se la conoce por el acrónimo AME (Atrofia Muscular Espinal).

Hace unos días, leyendo un artículo publicado en el diario mallorquín “Ultima hora”, titulado “Yo quiero ser bombero”, me emocioné y no pude evitar que un par de lagrimas recorrieran mi rostro. Y hoy he querido hacerme eco de la carta de Ángel

La Atrofia Muscular Espinal (AME) es una enfermedad neuromuscular, de carácter genético, que se manifiesta por una pérdida progresiva de la fuerza muscular. Esto ocurre debido a la afectación de las neuronas motoras de la médula espinal, que hace que el impulso nervioso no se pueda transmitir correctamente a los músculos y que éstos se atrofien. Para más inri, la enfermedad de Ángel, según ha contado  su padre a los autores del emotivo artículo, está asociada a un gen diferente al típico AME común y para el que no existe un tratamiento, ni investigación, ni ensayos clínicos.

Ángel, este niño de siete años, este pequeño y anónimo héroe que tiene que hacer grandes esfuerzos para llevar una vida propia de su edad se ha dirigido, mediante una emotiva carta, a los bomberos de Palma para agradecerles la ayuda  que le han prestado durante unos días.

Hoy os contaré algo- así empieza su carta.  Siempre os he dicho que quiero ser futbolista de mayor, pues ahora también quiero ser bombero para ayudar a las personas como lo han hecho conmigo en esta ocasión. Vivo en un quinto piso y el ascensor ha estado en reparación durante dos semanas. Pues bien, subir hasta un quinto me resulta imposible por el cansancio que me ocasiona y por la imposibilidad de doblar las rodillas con los aparatosEstoy tremendamente agradecidos porque han estado viniendo mañana, tarde y noche para que pueda ir al colegio, a mis fisios y a todas mis actividades con normalidad. Han sido muy agradables con nosotros y desde entonces no dejo de pensar en ellos y en el trabajo tan bonito  que hacen. Gracias bomberos de Palma por vuestra generosa ayuda. No sé lo que hubiéramos hecho sin vosotros.

De bien nacidos es ser agradecidos. Este pequeño y a la vez gran héroe debe de serlo, no me cabe la menor duda.

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