Alrededor de 14 mil accidentes de tráfico se producen en España todos los años, principalmente por animales cinegéticos que irrumpen en la calzada. Los siniestros con jabalíes son los que causan más accidentes con víctimas.
Pueden ser animales salvajes, de granja o
domésticos, pero la realidad es que según su tamaño pueden suponer un auténtico
peligro en la carretera, por lo que saber cómo actuar es fundamental para la
seguridad.
Hay dos acciones, ambas peligrosas, cuando
encontramos inopinadamente un animal invadiendo la calzada: colisionar contra él
o intentar esquivarlo.
Las estadísticas nos dicen que 2 de cada
10 casos terminan en una salida de la vía o en un vuelco; 1 de cada 10 casos
termina con un choque contra otro vehículo, y cerca del 3% de estos accidentes
finalizan con el atropello a una persona.
Lo instintivo, por regla general, es dar
un volantazo para esquivarlo con el consiguiente riesgo de de salirse de la
calzada y volcar o invadir el sentido contrario, y suerte si no
viene nadie.
Cuando circulemos por vías donde la presencia de animales suele ser habitual, y donde hay señalización al respecto debemos extremar la precaución reduciendo la velocidad, ya que de esta forma tendremos más tiempo para reaccionar ante una posible invasión de la vía por parte de un animal. Cuanto menor sea la velocidad de impacto menor será el daño ocasionado.
Cabe destacar la importancia de un
correcto comportamiento por parte del conductor con objeto de evitar daños
mayores. Lo más adecuado en estos casos sería:
- evitar dar un brusco volantazo,
- tratar de sujetar el volante fuertemente
y
- procurar detener el vehículo de forma
controlada y con el menor recorrido
posible.
Si podemos detener el vehículo con
seguridad, lo haremos, pero si no fuera posible nos veremos obligados a
colisionar contra el animal. Es
preferible chocar contra el animal que contra un vehículo que nos venga de
frente o contra un árbol u otro elemento rígido y de mayor peso, o salirnos de
la calzada con riesgo de vuelco.
Si no podemos evitar el choque, por
nuestra seguridad y la del resto de usuarios, tendremos que frenar a fondo para
que la fuerza del choque sea la menor posible. Llegado el caso, sujete con
fuerza el volante para no perder la dirección y frene enérgicamente, y si su
coche tiene ABS, pise también el pedal del embrague.
Sólo intentaremos esquivar al animal cuando se pueda hacer con toda seguridad.
La mayoría de este tipo de accidentes se
produce en carreteras secundarias, en malas condiciones de visibilidad, ya sea
por la carretera en sí o por una iluminación insuficiente. Pero también se dan
en autopistas
En 2021, crecieron un 60,5%
los accidentes con animales. Y la culpa suele recaer en el conductor, aunque no
la tenga.
El mayor número de este tipo de siniestros se produce por atropello a jabalíes
(35.9%). Los equinos
también están involucrados en un número considerable de accidentes con
víctimas, así como el corzo.
Pero, para más inri, no debemos echar en
saco roto la responsabilidad del conductor o conductora derivada del accidente.
La disposición adicional séptima
de La Ley 6/2014, de 7 de abril, dice al respecto:
En
accidentes de tráfico ocasionados por atropello de especies cinegéticas en las
vías públicas será responsable de los daños a personas o bienes el conductor
del vehículo, sin que pueda reclamarse por el valor de los animales que
irrumpan en aquéllas.
No
obstante, será responsable de los daños a personas o bienes el titular del aprovechamiento
cinegético o, en su defecto, el propietario del terreno cuando el accidente de
tráfico sea consecuencia directa de una acción de caza colectiva de una especie
de caza mayor llevada a cabo el mismo día o que haya concluido doce horas antes
de aquél.
También
podrá ser responsable el titular de la vía pública en la que se produzca el
accidente como consecuencia de no haber reparado la valla de cerramiento en plazo,
en su caso, o por no disponer de la señalización específica de animales sueltos
en tramos con alta accidentalidad por colisión de vehículos con los mismos.
“Muere de un infarto al ver los destrozos de
su coche tras atropellar a un jabalí”. Así fue como tituló la revista Jara y
Sedal la noticia (2020). El
accidente se produjo en Asturias, después de que una piara de jabalíes
invadiera la A-66. El conductor se bajó bien del coche, pero falleció instantes
después, declararon algunos testigos.
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