domingo, 12 de junio de 2022

¿SABES LO QUE HAS DE HACER SI TE ENCUENTRAS INESPERADAMENTE A UN ANIMAL CRUZANDO LA CALZADA?

 Alrededor de 14 mil accidentes de tráfico se producen en España todos los años, principalmente por animales cinegéticos  que irrumpen en la calzada. Los siniestros con jabalíes son  los que causan más accidentes con víctimas.


En los últimos años se viene produciendo un incremento de las poblaciones de algunas de estas especies, como por ejemplo el jabalí, hasta el punto de que ha comenzado a ser habitual el verlos incluso
 dentro, de poblaciones, y se ha incrementado el número de 
 accidentes  con importantes daños materiales y humanos.

 

Pueden ser animales salvajes, de granja o domésticos, pero la realidad es que según su tamaño pueden suponer un auténtico peligro en la carretera, por lo que saber cómo actuar es fundamental para la seguridad.

 

Hay dos acciones, ambas peligrosas, cuando encontramos inopinadamente un animal invadiendo la calzada: colisionar contra él o intentar esquivarlo.

 

Las estadísticas nos dicen que 2 de cada 10 casos terminan en una salida de la vía o en un vuelco; 1 de cada 10 casos termina con un choque contra otro vehículo, y cerca del 3% de estos accidentes finalizan con el atropello a una persona.



Lo instintivo, por regla general, es dar un volantazo para esquivarlo con el consiguiente riesgo de de salirse de la calzada  y volcar o  invadir el sentido contrario, y suerte si no viene nadie.

 

Cuando circulemos por vías donde la presencia de animales suele ser habitual, y donde hay señalización al respecto debemos extremar la precaución reduciendo la velocidad, ya que de esta forma tendremos más tiempo para reaccionar ante una posible invasión de la vía por parte de un animal. Cuanto menor sea la velocidad de impacto menor será el daño ocasionado.


Cabe destacar la importancia de un correcto comportamiento por parte del conductor con objeto de evitar daños mayores. Lo más adecuado en estos casos sería:

- evitar dar un brusco volantazo,

- tratar de sujetar el volante fuertemente y

- procurar detener el vehículo de forma controlada y con el  menor recorrido posible.

 

Si podemos detener el vehículo con seguridad, lo haremos, pero si no fuera posible nos veremos obligados a colisionar contra  el animal. Es preferible chocar contra el animal que contra un vehículo que nos venga de frente o contra un árbol u otro elemento rígido y de mayor peso, o salirnos de la calzada con riesgo de vuelco. 








Si no podemos evitar el choque, por nuestra seguridad y la del resto de usuarios, tendremos que frenar a fondo para que la fuerza del choque sea la menor posible. Llegado el caso, sujete con fuerza el volante para no perder la dirección y frene enérgicamente, y si su coche tiene ABS, pise también el pedal del embrague.

 

Sólo intentaremos esquivar al animal cuando se pueda hacer con toda seguridad.

 

La mayoría de este tipo de accidentes se produce en carreteras secundarias, en malas condiciones de visibilidad, ya sea por la carretera en sí o por una iluminación insuficiente. Pero también se dan en autopistas

En 2021, crecieron un 60,5% los accidentes con animales. Y la culpa suele recaer en el conductor, aunque no la tenga.

 

El mayor número de este tipo de siniestros se produce por atropello a jabalíes (35.9%). Los equinos también están involucrados en  un número considerable de accidentes con víctimas, así como el corzo.

 

Pero, para más inri, no debemos echar en saco roto la responsabilidad del conductor o conductora derivada del accidente. La disposición adicional séptima de La Ley 6/2014, de 7 de abril, dice al respecto:

 

En accidentes de tráfico ocasionados por atropello de especies cinegéticas en las vías públicas será responsable de los daños a personas o bienes el conductor del vehículo, sin que pueda reclamarse por el valor de los animales que irrumpan en aquéllas.

No obstante, será responsable de los daños a personas o bienes el titular del aprovechamiento cinegético o, en su defecto, el propietario del terreno cuando el accidente de tráfico sea consecuencia directa de una acción de caza colectiva de una especie de caza mayor llevada a cabo el mismo día o que haya concluido doce horas antes de aquél.

También podrá ser responsable el titular de la vía pública en la que se produzca el accidente como consecuencia de no haber reparado la valla de cerramiento en plazo, en su caso, o por no disponer de la señalización específica de animales sueltos en tramos con alta accidentalidad por colisión de vehículos con los mismos.




“Muere de un infarto al ver los destrozos de su coche tras atropellar a un jabalí”. Así fue como tituló la revista Jara y Sedal la noticia  (2020). El accidente se produjo en Asturias, después de que una piara de jabalíes invadiera la A-66. El conductor se bajó bien del coche, pero falleció instantes después, declararon algunos testigos.

 

 



 




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