El año pasado creció el número de
fallecidos en turismo y furgoneta que no llevaba puesto el cinturón de
seguridad en el momento del accidente, pasando del 22% en 2019 al 26% en
2020.
Durante el primer estado de
alarma, (del 15 de marzo al
20 de junio) el porcentaje de fallecidos que no hacían uso
de dicho dispositivo de seguridad aumentó al 36%. De las 58 personas fallecidas,
21 no llevaban puesto el cinturón
Aunque los dispositivos de retención no impiden que ocurran accidentes, éstos
juegan un papel muy importante en la gravedad de las heridas sufridas por sus
ocupantes en caso de accidente.
En caso de choque los ocupantes de un vehículo sufren tres colisiones en el
mismo choque:
·
Una primera, en la que el
vehículo impacta con otro objeto (bien sea vehículo, objeto estacionario, ser
humano o animal.
·
Una segunda, entre el
ocupante que no va sujeto y el inte-rior del vehículo.
·
Y una tercera, cuando los
órganos internos del cuerpo golpean contra la pared torácica o la estructura
ósea.
La segunda colisión es generalmente la culpable de las heridas, que en
muchos casos suelen ser mortales. Estas se pueden reducir en gran medida si se
lleva puesto el cinturón de seguridad y el sistema de retención infantil.
La OMS
reconoce que el uso de estos dispositivos reduce de manera aproximada la
probabilidad de resultar muerto en un 50%.
Un niño que
viaja sin sujeción multiplica por 5 las posibilidades de sufrir lesiones
mortales o muy graves.
Estamos ante
un tema especialmente sensible que merece una especial y profunda reflexión. Por este motivo y porque todavía hay en nuestras carreteras conductores y
conductoras que no hacen uso de estos dispositivos de seguridad, la
Dirección General de Tráfico ha puesto en marcha, hasta el domingo 14 de marzo,
una nueva campaña de vigilancia y concienciación del uso del cinturón de seguridad y de los sistemas de retención
infantil.
Frente a aquellos que dicen no usarlo porque “molesta” o porque “van
aquí al lado”, los datos demuestran que el cinturón es el dispositivo que más
vidas ha salvado y salva en carretera, puesto que su eficacia reduce a la mitad
el riesgo de muerte en caso de accidente. Además, el airbag no es eficaz si no
se complementa con la utilización del cinturón de seguridad ya que ambos
dispositivos están diseñados para funcionar de forma complementaria.
El cinturón es imprescindible también en los asientos traseros ya que
en caso de impacto frontal, por ejemplo, la probabilidad de que un ocupante de
esos asientos golpee mortalmente a otro pasajero de delante puede ser hasta 8
veces mayor. Sin cinturón de seguridad, a 80 km/h los pasajeros de atrás no
tienen ninguna forma de sujetarse y son proyectados con los de delante con una
fuerza equivalente al golpe de una bola de 1.200 kg a 10 km/h, lo que podría
matar o lesionar gravemente a los ocupantes de los asientos delanteros.
A pesar de estas
evidencias, los datos recabados por la DGT reflejan
que su uso en los asientos
traseros es inferior al de los pasajeros de delante. En el periodo
2017-2019, el 25% de los fallecidos en turismos no usaba el cinturón en carretera,
pero este porcentaje medio crece hasta el 31% en el caso de los fallecidos que
eran pasajeros de los asientos traseros.
La normativa también obliga a llevar puesto el cinturón
de seguridad en autobuses cuando éste cuente con dicho dispositivo. Desde
octubre de 2007 es obligatorio que los autobuses que se matriculen lleven instalador
cinturones de seguridad en todos los asientos.
¡¡¡El
cinturón sigue salvando vidas, no te olvides!!!
(Fuente: DGT)
No hay comentarios:
Publicar un comentario