El parabrisas es la parte de nuestro vehículo que más visualizamos y, sin embargo, es uno de los elementos que entra dentro de los grandes desconocidos del conductor. Cuando conducimos ahí está, delante de nosotros, siempre transparente ante nuestros ojos. Muy pocos usuarios son conscientes del papel tan importante que juega en nuestra seguridad.
Podemos empezar diciendo que el parabrisas aporta hasta el 30%
de la resistencia de la estructura del automóvil. Elemento importante en caso
vuelco. Y aunque parezca imposible, del parabrisas depende la resistencia del
techo en caso de colisión y vuelco.
Algunas curiosidades sobre los parabrisas
Como todo el mundo sabe, los primeros coches que salieron al mercado, allá por la primera década del siglo pasado, no tenían parabrisas. Los conductores usaban gafas para protegerse del viento, del polvo o de las piedras que, a veces, saltaba por aquellos pedregosos caminos.
Los
primeros parabrisas estaban hechos de vidrio de placa compuesto por dos hojas
horizontales desplazables. Si la capa superior se ensuciaba, se podía plegar y
continuar el viaje. El problema de este sistema era que el cristal estallaba en
pedazos cuando sufría un golpe, provocando serias lesiones al conductor y
ocupantes.
1903
En
1903, el científico francés Benedictus descubrió
el cristal laminado. Por casualidad, un día cayó un frasco de vidrio al suelo y
observó que no se rompía en pedazos. ¿Qué había ocurrido? El recipiente
contenía restos de una solución de celulosa y la lámina seca que permaneció
sobre el cristal conservó los trozos unidos a pesar de la caída.
En la
misma época, el inventor británico John C. Wood creó un tipo
de parabrisas laminado similar, que luego se fabricó con el nombre de marca
Triplex. En 1927, Henry Ford incorporó esta tecnología en sus
coches. El parabrisas estaba compuesto por una capa de celulosa que separaba
dos láminas de vidrio de placa.
Frente
a un impacto, esta película mantenía el cristal de la placa unida. Si un objeto
lo golpeaba, el parabrisas no se rompía en pedazos. Este nuevo producto lo
instaló en su línea Ford Modelo T.
1909
En Inglaterra, John C. Wood
hace un descubrimiento similar en paralelo, pero fue el francés quien presenta primero,
en 1909 la patente de dos
capas de vidrio con una de celulosa entre ellas.
En 1911 se crea la Société du Verre Triplex, que fabricó un
compuesto de vidrio y plástico para reducir las lesiones en accidentes
automovilísticos.
1912
En 1912, Reginald Delpech funda la empresa “The Triplex Safety Glass Company Ltd “ con el objetivo de construir
parabrisas laminados en Gran Bretaña, bajo
patente francesa. En la década de los sesenta del siglo pasado el Reino Unido
se otorgaba el monopolio de la industria del vidrio laminado.
Antes de su invención, los conductores resultaban
heridos por los fragmentos de cristal que salían despedidos, sufrían lesiones
de gravedad e incluso fallecían tras atravesar el parabrisas de cabeza.
Los parabrisas laminados no se rompen en
mil pedazos, impiden que los pasajeros salgan despedidos del habitáculo y
aportan una mayor integridad estructural del coche en caso de vuelco. Además
reducen la sonoridad en el habitáculo. Un invento que, junto al cinturón de seguridad, más vidas han
salvado y lesiones han evitado.
1915
Oldsmobile fue la primera
marca que incluyó el parabrisas como
un elemento de serie en todos sus vehículos, en el año 1915. Ford lo ofrecía
desde 1908 en su Modelo T, como opción
con un sobreprecio de 100 dólares (en un paquete junto al velocímetro y los
faros); un precio algo elevado si tenemos en cuenta que la versión más
económica de este modelo costaba 825 (18.000 dólares actuales).
1920
En los años 20 Henry Ford decide empezar a fabricar parabrisas y
otros cristales para sus vehículos. Su principal preocupación es la seguridad
del conductor y los acompañantes y por eso quiere fabricar parabrisas que no se
rompan en mil pedazos. Por ese motivo, le encarga a Clarence Avery, el genio
mecánico de la empresa que busque una
nueva forma de fabricación que consiga un cristal más resistente y barato. Junto al especialista Pilkington crean un nuevo
proceso de fabricación de vidrio mucho más resistente y barato, pues se produce
en la misma planta de River Rouge de Ford.
1930
No
fue hasta bien entrada la década de los 30 cuando los parabrisas laminados se
popularizan y se convierten en una de las innovaciones de seguridad más
importantes de la historia del automóvil, por varios
motivos.
Este tipo de cristal supuso una gran revolución por su precio y su resistencia.
En estos años se adaptan a la mayoría de
los modelos de automóviles y se convierten en todo un hito en la evolución de
los automóviles. Este tipo de cristal no se rompía en mil pedazos y esto
evitaba las lesiones de los conductores y ocupantes. También al ser más
resistente, evitaba que los pasajeros salieran despedidos fuera del coche en
una colisión y a su vez, el coche contaba con mayor rigidez estructural y
prevenía el aplastamiento del techo en caso de vuelco. . Toda una revolución
para la industria del automóvil del siglo XX.
1934
El primer parabrisas de una
sola pieza con formas curvas lo empleó Chrysler en 1934, en su modelo Airflow
Custom Imperial 8. Mucho más tarde llegó el primer parabrisas panorámico.
1936
A principios de los años 30,
Cadillac y Chevrolet comenzaron a diseñar coches con el parabrisas inclinado,
por diseño y aerodinámica. En 1936 General Motors introduce el parabrisas
dividido verticalmente en sus coches. Y hay una patente de esos años del
primer sistema antiempañamiento.
Entre los años 30 y 50 del siglo pasado se utilizaron cristales laminados
en todas las lunas del coche, excepto en la trasera. Sin embargo, a finales de
la década de 1950, los fabricantes de automóviles buscaron una opción más
barata y empezaron a utilizar vidrio templado para las ventanillas laterales y
traseras.
A
partir de la década de los 50 surge el cristal de vidrio templado. Sin embargo, en caso de impacto, el material
se fragmentaba bastante. Hoy encontramos este tipo de vidrio solo en las ventanillas
laterales.
Nuevos
tipos de sintéticos fueron descubiertos al comienzo de los años 60. Muchos de
ellos, empleados para la fabricación de los parabrisas que conocemos en la
actualidad.
1966
En los años 60, en Estados Unidos la Administración Nacional de Seguridad
Vial (NHTSA) comenzó a establecer normas federales para la resistencia y claridad
de los parabrisas laminados (FMVSS 205); la resistencia de retención del parabrisas
durante los accidentes (FMVSS 212); la rigidez del techo en los accidentes de
vuelco (FMVSS 216); y los límites de penetración del parabrisas (FMVSS 219).
También en esos años se hizo obligatorio su uso en Europa. El público comenzó a interesarse más por la
seguridad de los coches y la tecnología permitió desarrollar parabrisas laminados
más resistentes.
Por ley, desde 1966, todos
los vehículos fabricados o importados tenían que tener el parabrisas laminado.
En enero de 1983 se impuso internacionalmente el uso obligatorio de
los parabrisas laminados por razones de seguridad.
Los parabrisas del siglo XXI
han evolucionado y mejorado en seguridad para los ocupantes en los
siguientes aspectos:
— el parabrisas aporta hasta el 30% de la resistencia de la estructura
del vehículo.
— Aumenta la eficacia del
airbag del acompañante que está condicionada por el buen estado del
parabrisas. El airbag al desplegarse se apoya sobre este cristal y su
resistencia es fundamental para su buen funcionamiento.
— Los sistemas ADAS de seguridad activa, que informan al sistema
de alerta de cambio de carril o de frenada de emergencia, están basados en
multitud de sensores que suelen estar instalados en el parabrisas.
— Bloquea más del 90% de los rayos UV, lo que protege los ojos y la piel de
los ocupantes de las plazas delanteras. La exposición a los rayos UV es
acumulativa y está asociada al 90% de todos los cánceres de piel.
— Algunos también ofrecen protección térmica al incorporar una lámina
transparente de óxidos metálicos, que refleja la radiación infrarroja y
traslada menos calor al habitáculo. Eso origina un menor uso del aire acondicionado
y, por ende, una reducción de las emisiones contaminantes.
— Y no podemos olvidar que los
cristales laminados se pueden reparar. La firma Carglass siempre recomienda
reparar un parabrisas, si es posible, antes que sustituirlo. Un parabrisas reparado
con la tecnología de Carglass recupera su resistencia original.
1936
A principios de los años 30,
Cadillac y Chevrolet comenzaron a diseñar coches con el parabrisas inclinado,
por diseño y aerodinámica. En 1936 General Motors introduce el parabrisas
dividido verticalmente en sus coches. Y hay una patente de esos años del
primer sistema antiempañamiento.
Entre los años 30 y 50 del siglo pasado se utilizaron cristales laminados
en todas las lunas del coche, excepto en la trasera. Sin embargo, a finales de
la década de 1950, los fabricantes de automóviles buscaron una opción más
barata y empezaron a utilizar vidrio templado para las ventanillas laterales y
traseras.
A
partir de la década de los 50 surge el cristal de vidrio templado. Sin embargo, en caso de impacto, el material
se fragmentaba bastante. Hoy encontramos este tipo de vidrio solo en las ventanillas
laterales.
Nuevos
tipos de sintéticos fueron descubiertos al comienzo de los años 60. Muchos de
ellos, empleados para la fabricación de los parabrisas que conocemos en la
actualidad.
1966
En los años 60, en Estados Unidos la Administración Nacional de Seguridad
Vial (NHTSA) comenzó a establecer normas federales para la resistencia y claridad
de los parabrisas laminados (FMVSS 205); la resistencia de retención del parabrisas
durante los accidentes (FMVSS 212); la rigidez del techo en los accidentes de
vuelco (FMVSS 216); y los límites de penetración del parabrisas (FMVSS 219).
También en esos años se hizo obligatorio su uso en Europa. El público comenzó a interesarse más por la
seguridad de los coches y la tecnología permitió desarrollar parabrisas laminados
más resistentes.
Por ley, desde 1966, todos
los vehículos fabricados o importados tenían que tener el parabrisas laminado.
En enero de 1983 se impuso internacionalmente el uso obligatorio de
los parabrisas laminados por razones de seguridad.
Los parabrisas del siglo XXI
han evolucionado y mejorado en seguridad para los ocupantes en los
siguientes aspectos:
— el parabrisas aporta hasta el 30% de la resistencia de la estructura
del vehículo.
— Aumenta la eficacia del
airbag del acompañante que está condicionada por el buen estado del
parabrisas. El airbag al desplegarse se apoya sobre este cristal y su
resistencia es fundamental para su buen funcionamiento.
— Los sistemas ADAS de seguridad activa, que informan al sistema
de alerta de cambio de carril o de frenada de emergencia, están basados en
multitud de sensores que suelen estar instalados en el parabrisas.
— Bloquea más del 90% de los rayos UV, lo que protege los ojos y la piel de
los ocupantes de las plazas delanteras. La exposición a los rayos UV es
acumulativa y está asociada al 90% de todos los cánceres de piel.
— Algunos también ofrecen protección térmica al incorporar una lámina transparente de óxidos metálicos, que refleja la radiación infrarroja y traslada menos calor al habitáculo. Eso origina un menor uso del aire acondicionado y, por ende, una reducción de las emisiones contaminantes.
— Y no podemos olvidar que los cristales laminados se pueden reparar. La firma Carglass siempre recomienda reparar un parabrisas, si es posible, antes que sustituirlo. Un parabrisas reparado con la tecnología de Carglass recupera su resistencia origina
Ford ha escrito un nuevo
capítulo de la historia del parabrisas el impresionante Ford GT de 2016, primer
coche del mundo que monta un parabrisas con cristal ‘Gorilla Glass’.
Desarrollado para las pantallas de los smartphones, es más ligero (hasta un
30%, lo que permite ahorrar 5 kilos de peso), delgado (un 25%) y más resistente
a los arañazos que el vidrio tradicional. Está creado con varias capas: una
interior reforzada, una intermedia termoplástica absorbente de ruido y un vidrio
recocido de capa externa.
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